El genio se va, las ideas se quedan...

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  Cuenta la leyenda que en el mundo había un equipo de fútbol que llego de otro planeta a recordarnos como se juega bonito y de la mano de un innovador del deporte.

  Hasta mediados del 2008 todos conocíamos del fútbol ganador de Telé Santana, del Brasil del 70, de la máquina naranja del 74 y el Milán de Sacchi. En mi memoria puedo recordar al Milán, pero al resto solo los imagino, por los cuentos de mi papá, o por los videos de toda la vida. El mundo globalizado nos permite ahora comparar muchas épocas en este bello deporte, pero es muy díficil decidirse por una mejor que la otra. Cuando llegó el 27 de mayo del 2008 todos fuimos testigos de un equipo que hizo, y sigue haciendo historia en el fútbol, un equipo al que todos lo podemos ver, comentar, y jamás olvidar. Sus jugadores son únicos, y además tiene a uno que hace cosas de otro mundo. Pero hay otro que viene con su mirada seria y discurso profético en el camerino y fuera de este. Cuando le dieron el equipo en su primer año nos pidió que nos abrochemos nuestros cinturones porque el camino iba a ser largo y la íbamos a pasar muy bien. Se quedó corto, pero atinó al advertirnos. No he dicho su nombre aún pero todos sabemos que hablo del Barça de Pep Guardiola.

  Al Barça no lo hicieron de la noche a la mañana, este es un proceso que viene tomando fuerza desde hace mucho tiempo atrás. Cuando César Luis Menotti tomó el equipo en los 80 ya se veían destellos de buen fútbol, paredes y triangulaciones en un equipo de maravilla, aunque Maradona sólo les duró año. Pero la Masía de los 80s era la base del equipo de Cruyff que se iba a convertir en el “Dream Team”. En ese equipo estaba Guardiola, que no era el típico jugador alto y fuerte de los 80s y 90s, más bien era flaquito y con pinta que si lo soplabas te lo llevabas con todo. Que le vio Johan?  Guardiola sabía tocar con el borde interno del pie, sabía manejar tiempos, no perdía la bola en su campo, y lo más importante es que el dirigía al equipo desde el terreno de juego para así poder ordenar a sus compañeros y como pararse en la cancha. El Barcelona de ahora se basa en jugadores que no solo sean fuertes físicamente sino mentalmente y Pep siempre lo supo. Iniesta, Xavi, Messi, Fábregas no son jugadores que pasen del metro 70 y sin embargo son más veloces mentalmente que otros que miden 2 metros. 

  Lo más importante de todo el proceso de la Masía es que desde niños ya saben como jugar en equipo y Pep siendo canterano y luego jugador de primera, al verse como entrenador del primer equipo sabía que ese era el camino al éxito. Tan pronto tomó el equipo subió a Pedro, y Busquets los cuales eran desconocidos en el fútbol. Pero Pep confió en ellos porque lo que funcionaba a principios de los 90 con estrellas y un par de canteranos, seguro iba a funcionar con chicos formados en el club más otros mas. Pero él no se detuvo ahí, sino que revolucionó el fútbol desde dejar las concentraciones de hoteles para políticos, a dejar que el arquero juegue con lo pies y no sólo con las manos. Que fácil es decir hay que mantener el balón. Pero Pep supo convencer a estos muchachos que tener el balón es tener el 51% de posibilidades de ganar, el resto es empate, y también puedes perder obvio, pero defenderse con la pelota cuando ganas y querer recuperarla lo mas rápido cuando pierdes es la clave para llegar a ganar, porque el rival se marea cuando lo paseas por todos lados. Paredes y más paredes, triangular y seguir triangulando, tener el balón y nunca dejarlo ir es su estilo. El fútbol vertical y de pelotazo lo practica casi todo mundo, pero el fútbol de toque y toque, y golear tocando es de este Barça del Pep. Su marca registrada es esa y su experimento perfecto fue el falso 9 a Lionel Messi en Madrid cuando golearon 6-2 y dejó boca abierta a todos. Desde ese entonces Messi hace goles a placer.

  Me van a faltar líneas para describir lo que nos deja Guardiola, porque fueron 14 títulos en 4 años, y nunca le ganaron la posesión del balón, y su corbata fina y sus trajes representaba lo fino que es su fútbol. Se acaba un ciclo maravilloso de este técnico, mas no de un equipo que juega de memoria, y Tito sabe como manejarlo porque no llegó ayer al vestuario. A este Barça le falta mucho que dar y Pep se pudo quedar mucho tiempo más, pero hay unos que le reclaman para que pruebe en otro equipo a ver si puede hacer lo mismo; quizás lo pueda hacer, pero yo pregunto si alguien le habrá dicho a Ferguson que se vaya a Alemania para que pruebe que es uno de los mejores técnicos de la historia del fútbol (27 años en el mismo equipo). Guardiola es joven todavía y sólo se toma un año, y quien sabe cuando regrese con que otra idea vendrá. Pero lo que si es seguro es que al hablar de leyendas de fútbol, de ahora en adelante junto al Brasil del 70 y los demás,  siempre estará enmarcado el Barca del Pep.
  Posted on May 26, 2012