Revisando mis notas me di cuenta que no había tocado el siguiente tema por A o B motivo y no sé porque. Los domingos de fútbol son necesarios en mi casa y en mi cuerpo y si no es así falta algo. Hablo, como, respiro y siento el fútbol de manera distinta y quizás el alma de jugador que se quedó en el camino para caminar por otro, lo trato de regar con letras y no con patadas en la cancha. Las palabras que usare para describir lo que siente la mayoría del pueblo va a ser muy difícil y quizás me quede corto de las mismas. Y hablo de sentimiento parcialmente ajeno porque el que no sabe y ha sentido un “Clásico del Astillero” entonces no merece opinión alguna al respecto, y yo si los he vivido y los sigo viviendo como hincha de mi equipo e hincha al fútbol.
Se dice por ahí que hay gente que quiere darle protagonismo al partido entre blancos y canarios. Lo dije antes, y es un partido que llama la atención, que no se quiere perder, tiene historia, pero no tiene el peso del Clásico Porteño. Hermanos de barrio que decidieron jugar por el honor y popularidad en Guayaquil no se imaginaban que ese sentimiento iba a causar euforias, alegrías, tristezas y se iba a expandir por todo Ecuador. En Guayaquil cuando se da el pitazo final de un partido previo al clásico, ya se empieza a armar la fiesta. Es una semana que se vive intensamente, y mientras pasan las horas y los minutos se acelera el pulso por tanta emoción, nervios, incertidumbre ,sientes de todo. Guayaquil se viste de amarillo y azul y en el puerto no se habla de otra que no sea el clásico. Empiezan las burlas, los chistes, las apuestas y nadie se quiere perder los detalles de los entrenamientos, entrevistas.
Toca revisar la estadística una vez más y cuesta creer que hayan más empates (como dice el “cheerleader de la barra”) pero es así. El empate no es señal de conformismo sino todo lo contrario, el empate es señal de que en este partido está prohibido perder. Cada jugador, hincha, pasabolas y los técnicos llevan tatuados en el corazon el signo de no perder. Los clásicos no se juegan bonito, se juegan y punto, y si, hay más empates, pero también hay solo una victoria de barcelona (en campeonato local) que los separa de emelec. En Guayaquil y en muchas partes del pais están pendientes de este partido, y revisamos estadísticas y no hay tantas goleadas, pero hay 6-0 (emelec) 4-0 (barcelona) monumentalazos, camisetazos, uquillazos, broncas jamás olvidadas, partidos inolvidables, figuras que quedaron inmortalizados en estas batallas que arrancaron en el 47. Lecaro, Chuchuca, Spencer, Macías, Ephanor, Muñoz, Insúa, Cevallos, Liciardi, Bolaños, Palito Garcés, Cárdenas, Verduga, Juárez, etc etc etc….
Tuve la suerte de ver clasicos el el Modelo, en el Monumental y en el Capwell, y quizás viva uno acá en New Jersey. Sentir que viene un Clásico acá al extranjero ya me tiene pensando en como vendrán los equipos, cuando comprar mi entrada, independientemente del resultado que hayan tenido en su primera etapa. Si el partido más importante para “la mascota de la barra” es otro, entonces que trate de llenar un estadio en el extranjero jugando su clásico con el Aucas (con el debido respeto para los dos equipos)…Ni jugando contra los yankees llena el teatro. Los 3 Clásicos del Astillero que se van a jugar fuera de campeonato, así no les guste a los que no viven esta fiesta, serán para recordar y serán para no perder. Hay que callar a “guapos” que por envidia al partido inmortal quiere llamar la atención para que le demos un título a su partido, o mejor no lo callamos para ver que otra cosa puede decir y así pueda comparar su partido con el único Clásico del Ecuador!!!
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